ALEJANDRO ELIZALDE, EL VILLAGUAYENSE QUE DIRIGE A ESTUDIANTES DE CONCORDIA. “COMO ENTRENADOR, UNO SIEMPRE QUIERE QUE EL EQUIPO TENGA IDENTIDAD"

En base a muy buenos rendimientos individuales y a un juego colectivo que lo distingue, Estudiantes de Concordia se consolida en la cima de las posiciones de la Conferencia Sur de la Liga Argentina de Básquet (segunda división del baloncesto nacional).

 

Luego de los resultados positivos que arrojó una nueva burbuja de partidos en días consecutivos (en esta ocasión disputada en el estadio “Gigante Verde” de la Capital del Citrus), Diario EL PUEBLO charló con el villaguayense Alejandro Elizalde, entrenador del elenco, quien hizo un resumen de lo disputado hasta el momento en el marco de este certamen. (Foto: Uno Entre Ríos).

- ¿Cómo viviste la burbuja de la Liga Argentina que justamente jugaron en su casa?

- Esta última tanda de partidos fue muy dura, como todas las que hemos tenido, porque los equipos de a poco van tomando rodaje y levantando su nivel. Ganamos los dos primeros partidos (Estudiantes de Olavarría y Quilmes de Mar del Plata) y perdimos el tercero en tiempo suplementario (Ciclista de Junín). El saldo es muy positivo por el funcionamiento del equipo, amén de que en el último partido no pudimos resolver de buena manera lo que nos planteó Ciclista y tampoco pudimos aprovechar algunas circunstancias del juego. De todos modos, eso no empaña las cosas buenas que hicimos en general en la burbuja disputada en Concordia. La verdad que reconforta ver al equipo ahí arriba, ubicado en la primera posición de la tabla de la Conferencia, con muchos más partidos ganados que perdidos. Pero nosotros, como cabeza de grupo y entrenadores, tenemos que ser muy conscientes que lo importante empieza en los play off, más allá de que terminar lo más alto posible es un indicio de que el rendimiento es bueno. Al margen de eso nosotros necesitamos terminar bien la fase regular para poder empezar los play off de la mejor manera. De nada sirve culminar en el primer puesto para luego enfrentar al equipo que clasificó en el 8° puesto si uno tiene dudas y un funcionamiento que no está aceitado. Es más importante mejorar en algunos aspectos del juego porque con esto de que no hay localías y que seguramente vamos a tener que ir a jugar los play off a Buenos Aires, creo que salir primero, tercero o séptimo en la clasificación, en un torneo distinto debido a la pandemia, no es tan determinante como podía serlo en años anteriores.

 

- ¿Cuál es tu opinión respecto al sistema de burbujas de la Liga Argentina?

- Este sistema tiene sus pros y sus contras, aunque hay que aclarar que es la única forma en la cual podíamos jugar, porque de otra manera sería imposible. Por eso hay que verlo con buenos ojos y analizar lo positivo que se está jugando, lo cual en los tiempos que corren no es poca cosa. Está bueno tener días sin partidos entre cada burbuja para preparar al equipo, corregir y desarrollar algunas cosas, pero por otra parte no es tan sencillo jugar un día contra un elenco y luego limpiar la cabeza (tanto la de uno como entrenador como la de los jugadores) para afrontar otro compromiso al día siguiente, con otra idea táctica debido a las distintas características de los rivales. Esto te lleva a cometer errores y a no tener el estado afinado para medirse con los otros equipos porque no te lo permite el tiempo. De todas maneras creo que este sistema tiene más cosas positivas que negativas.

- ¿Con qué te encontraste en tu regreso a Estudiantes después de lo que viviste como asistente de Hernán Laginestra, donde lograron una campaña para el recuerdo?

- Me encontré con un club muy parecido al que era cuando me fui, sobretodo en cuanto al funcionamiento, bastante aceitado en la dirigencia en cuestiones de logística y demás. Con muchas ganas por parte de ellos para armar el mejor equipo posible y tratando de competir arriba. En ese sentido me ayudaron a armar el equipo, me permitieron fichar a los jugadores que yo quería, obviamente dentro del presupuesto que teníamos pactado. Nos pudimos mover rápido, formamos un equipo bastante versátil, con muchas variantes, dentro de un mix donde tenemos a hombres de experiencia como así también a jugadores jóvenes, con buena aptitud física. Estoy muy contento por eso. Es un cambio bastante grande pasar de ser asistente a entrenador. Uno tiene otro tipo de responsabilidad, hay que estar al tanto de todo lo que concierne al plantel, sin que se escape ningún detalle. Cuando uno es asistente también es un compromiso importante pero es una labor que ejecuta con mayor tranquilidad. Recuerdo que cuando Hernán (Laginestra) conducía al equipo, luego de esos tremendos partidos que jugábamos en el “Gigante Verde”, con tanta adrenalina, yo llegaba a mi casa, apoyaba la cabeza en la almohada y me dormía, mientras que ahora, como entrenador, no es tan así. Por eso la función es muy distinta, tanto cuando el equipo gana como cuando pierde. Pero obviamente que la sensación es muy linda, además yo elegí esta carrera, estoy muy a gusto con lo que hago y contento por el apoyo que me ha brindado el Club Estudiantes en esta Liga Argentina.

- ¿Dentro del torneo hay un equipo que tengas como referencia o es Estudiantes el elenco que está marcando tendencia con la forma de jugar?

- Uno como entrenador siempre quiere que el equipo tenga impreso su ADN, es algo así como el objetivo principal. Porque esto otorga una pauta de que los jugadores entienden la idea que uno pretende reflejar adentro de la cancha, que ellos la respetan y la hacen propia. Nosotros tenemos nuestro perfil de equipo, queremos una característica que nos distinga, es decir tener un equipo largo, que los jugadores siempre se pasen la pelota, que haya un goleo repartido y que una defensa colectiva firme, conformando un bloque. Por momentos lo hacemos muy bien y en otros no tanto, pero cada elenco busca su identidad, con cuestiones a resolver, con sus debilidades y fortalezas que uno tiene que tratar de aplacar o acentuar. La Liga Argentina es un torneo muy táctico y físico a la vez. Estoy conforme con la identidad de juego que estamos intentando desarrollar con el equipo.

- Contás dentro del plantel con jóvenes que tuvieron actuaciones muy destacadas en las categorías formativas de la institución y que se han ganado un lugar en la primera.

- Sí, son chicos que además tienen un buen rodaje sobretodo en base al entrenamiento junto al equipo de la Liga Nacional. Han trabajado bastante en cuanto a fundamentos y a técnica individual. Hay que ser conscientes de que son muy jóvenes todavía, uno a veces se olvida de eso y los ve como adultos, porque tienen 2 mts de altura, pero en realidad son unos niños. Entonces hay que ser muy cuidadosos, tratando de no exponerlos ni generarles demasiada presión como para que puedan rendir, ser útiles al equipo y que al mismo tiempo la pasen bien y que no sufran o padezcan la experiencia. También es labor del técnico lograr que los jugadores mayores y que tienen un recorrido más amplio dentro de su trayectoria en el básquet puedan ampararlos en este sentido, hablando mucho con ellos, explicándoles las circunstancias que se generan en la vida de un deportista, tanto en lo social como así también en lo específicamente táctico.

- ¿El hecho de jugar sin público les quita presión a estos jugadores más jóvenes?

- Es posible de que suceda esto en los chicos, pero la verdad es que no le puse mucha consideración a este aspecto. Soy de la idea de que por ejemplo, en aquella época en la cual el “Gigante Verde” explotaba, lo hacía porque en la cancha los jugadores hacían que eso pase y no al revés. Entonces pienso que la motivación debe ser interna y personal del jugador y verla reflejada en la tribuna (cuando se permita el acceso de público) pero partiendo de cosas que se generan en la cancha. Quizás para los jugadores de experiencia no sea tan determinante la presencia de público pero efectivamente puede llegar a quitarle presión a los jugadores que están realizando sus primeras armas en esto.