La etapa de la adolescencia las había reunido para intercambiar proyectos, con un deseo esperanzador: viajar en tren a Buenos Aires.
¿Qué significado tenía el tren en los años 60 en un pequeño lugar de una provincia?
Llegaban a la estación con el anhelo de abrazos de despedidas y alegrías de bienvenidas.
Imaginaba subir al tren y en el trayecto recorrer vagones repletos de pasajeros que fantaseaban cambiar sus vidas a través del viaje.
Cada semana, la estación del pueblo aglomeraba a la gente en la búsqueda de sueños y quizás de una identidad perdida o añorada.
Adriana llegaba a su casa, recordando anécdotas de lo ocurrido en la estación.
Un día toma la decisión de hacer un viaje y prepara sus maletas.
Llega a las vías del ferrocarril, saca un boleto y espera ansiosa la llegada del convoy.
No era un día más, era su día soñado, ¿qué pasaría en el tren?
Cuántas veces pensaba en su Buenos Aires añorado y ahora se encontraba a la espera de aquellos ruidos, que durante años hicieron volar su imaginación.
Piedritas de colores, arbustos por doquier, el agua brotando de un manantial, flores que anunciaban la llegada de la primavera, así se presentaba el escenario a la llegada del tren.
Eran escasos los momentos en los que la locomotora hacía un descanso para que los pasajeros asciendan.
Adriana sube y se instala en cercanía de la ventana.
Su viaje era una aventura o una planificación de años para conocer un mundo diferente al suyo.
El tren tenía diversos compartimentos, estaban los camarotes, el lugar donde las personas podían dormir, la sala de reunión y de comidas.
Se acerca puntillosamente al lugar y toma asiento cerca de la ventana, desde allí accede al mundo de lo concreto, en donde ve pasar un paraje a otro.
A través del cristal divisaba paisajes diferentes, llanuras, ríos, parques, el verde de las plantas que se entremezclaba con los trigales amarillos.
Llega a Buenos Aires. A través de la ventana, gotas de lluvia repiqueteaban en los cristales amarillentos; comienza a soñar como sería el mundo luego de este viaje.
Durante años llegaba a la estación para ver llegar y partir las locomotoras en el lugar que más gente aglomeraba el pueblo. Sus fantasías volaban a la par que la rapidez del tren.
Concretaba su anhelo de llegar a la ciudad de las luces y del ruido, en donde el vértigo , el movimiento , cines , teatros y confiterías permancían abiertos las 24 horas.
¿Coincidieron sus ilusiones con la realidad?
Al igual que los cuentos la realidad superó a la ficción.
Posdata
¿Qué significó el tren en épocas en que éste existió y era un vínculo de unión entre los pueblos?
Hoy localidades que no cuentan con este medio de transporte tan preciado para la vinculación entre ciudades.
El tren no sólo había sido un medio, ha sido un lugar de encuentros que permitió a miles de jóvenes soñar con un mundo mejor y a los pueblos interconectarse.
Cada semana, la estación del pueblo aglomeraba a la gente en la búsqueda de sueños y quizás de una identidad perdida o añorada.
Adriana llegaba a su casa, recordando anécdotas de lo ocurrido en la estación.
Un día toma la decisión de hacer un viaje y prepara sus maletas.
Llega a las vías del ferrocarril, saca un boleto y espera ansiosa la llegada del convoy.
No era un día más, era su día soñado, ¿qué pasaría en el tren?
Cuántas veces pensaba en su Buenos Aires añorado y ahora se encontraba a la espera de aquellos ruidos, que durante años hicieron volar su imaginación.
Piedritas de colores, arbustos por doquier, el agua brotando de un manantial, flores que anunciaban la llegada de la primavera, así se presentaba el escenario a la llegada del tren.
Eran escasos los momentos en los que la locomotora hacía un descanso para que los pasajeros asciendan.
Adriana sube y se instala en cercanía de la ventana.
Su viaje era una aventura o una planificación de años para conocer un mundo diferente al suyo.
El tren tenía diversos compartimentos, estaban los camarotes, el lugar donde las personas podían dormir, la sala de reunión y de comidas.
Se acerca puntillosamente al lugar y toma asiento cerca de la ventana, desde allí accede al mundo de lo concreto, en donde ve pasar un paraje a otro.
A través del cristal divisaba paisajes diferentes, llanuras, ríos, parques, el verde de las plantas que se entremezclaba con los trigales amarillos.
Llega a Buenos Aires. A través de la ventana, gotas de lluvia repiqueteaban en los cristales amarillentos; comienza a soñar como sería el mundo luego de este viaje.
Durante años llegaba a la estación para ver llegar y partir las locomotoras en el lugar que más gente aglomeraba el pueblo. Sus fantasías volaban a la par que la rapidez del tren.
Concretaba su anhelo de llegar a la ciudad de las luces y del ruido, en donde el vértigo , el movimiento , cines , teatros y confiterías permancían abiertos las 24 horas.
¿Coincidieron sus ilusiones con la realidad?
Al igual que los cuentos la realidad superó a la ficción.
Posdata
¿Qué significó el tren en épocas en que éste existió y era un vínculo de unión entre los pueblos?
Hoy localidades que no cuentan con este medio de transporte tan preciado para la vinculación entre ciudades.
El tren no sólo había sido un medio, ha sido un lugar de encuentros que permitió a miles de jóvenes soñar con un mundo mejor y a los pueblos interconectarse.