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María Elisa Picio: “SI NO HUBIERA APRENDIDO A JUGAR EN PISOS DE CEMENTO EN MI PAÍS, HOY NO ESTARÍA ACÁ”

Ya en 2016 la villaguayense María Elisa Picio había probado la sensación de vivir en España, meca del padel, el deporte que la apasionó durante toda su vida.
 
Pero tuvo que retornar a nuestro país y en 2018, tras el fallecimiento de su madre, decidió vender todas sus pertenencias e intentar la aventura de jugar profesionalmente en la península Ibérica.

Lo pudo hacer durante un tiempo pero una lesión la obligó a cambiar de planes, aunque surgió la posibilidad de continuar ligada a la actividad como entrenadora y no lo dudó ni un instante.


 
Así charló con EL PUEBLO sobre su nueva vida en el Viejo Continente.

- ¿Cuál es tu actualidad en Palma de Mallorca?

- Llegué hace un poco más de tres años y medio a esta ciudad, vivo en el distrito Palma Centro. Estoy entrenando y dando clases de padel en un club que se llama Poliesportiu Sa Cabana. Todavía no pude volver a competir en torneos importantes porque aún me estoy recuperando de una lesión en la rodilla. Me operé hace un año, a raíz de la burocracia en los seguros estuve esperando dos años y medio para que me autoricen la cirugía.

Tres días a la semana hago el entrenamiento específico de padel y los otros tres realizo el trabajo de recuperación. Al no poder jugar que era mi plan inicial, cuando surgió la posibilidad de ser entrenadora lo acepté porque siempre me gustó la docencia y es una forma de poder subsistir acá mientras realizo tranquila mi recuperación.

Me han tratado de manera excelente por lo cual me siento muy contenta. Estoy en el club todo el día, de lunes a sábados, dando clases y entrenando. Siento a la institución como una familia. Los domingos disfruto de la playa y alguna comida o salida con mis amigos.

- ¿A la lesión en la rodilla la arrastrabas desde Argentina?

- Tengo las dos rodillas operadas, por rotura de ligamento cruzado anterior y meniscos. Jugando en Argentina me había lesionado la izquierda y ya me habían operado. Y al mes de llegar a Palma de Mallorca tuve la misma lesión en la derecha. No lo arrastraba desde Argentina, porque en la derecha sólo tenía un poco de tendinitis rotuliana. Creo que al comenzar a jugar seguido acá el cambio brusco de superficie fue muy agresivo para mi rodilla, que no lo soportó y tuve que pasar nuevamente por el quirófano.

- ¿Cuáles son las diferencias entre las superficies en las cuales se juega al padel?

- Mientras que en Argentina los suelos y las paredes de las canchas son mayormente de cemento y las mallas son de alambre tejido, en España los pisos son de moqueta (alfombra), para las paredes no se utiliza muro sino cristal y las mallas son rejas.

Me pone muy contenta que ya existan varios clubes en Argentina (en Buenos Aires, Santa Fe y unos pocos en Entre Ríos) que hayan tomado la decisión de cambiar las superficies de las canchas, lo cual es necesario debido a que el padel se está profesionalizando a pasos agigantados.

Pero hay que decir que el costo del cambio de piso de una cancha es muy elevado para la situación que se está viviendo en este momento. Igualmente soy una agradecida a mi país porque si yo no hubiera aprendido a jugar en pisos de cemento quizás hoy no estaría acá.

Obviamente que en España o en cualquier país del primer mundo es muy distinto el nivel económico de los clubes, sobre todo en el tema instalaciones y en la importancia que le dan al deporte en su desarrollo en las categorías tempranas. Ni hablar de los premios, ya que por esta razón los buenos jugadores de Argentina se vienen para acá.

El circuito profesional es muy valorado a nivel económico y se puede vivir de jugar al padel, lo cual en Argentina es imposible.

- ¿Cómo decidiste irte a vivir a España?

- Cuando falleció mi mamá me hizo un click, se me cambió todo en la cabeza. Me sentía muy agobiada en Villaguay por lo cual decidí cambiar de aire, buscar nuevos rumbos. Siempre fui muy soñadora y tuve en la mente la idea de irme.

Yo estaba dando clases de inglés como profesora en el Martiniano Leguizamón y decidí dejar todo, vendí mis cosas (hasta tenía un auto) y me aventuré a buscar otros horizontes. Ya en el 2016 lo había hecho, cuando me fui a Málaga. Pero después volví a Argentina para poder renovar la visa, pero sabía que tarde o temprano iba a volver porque ya había conocido Mallorca cuando viajé con la Selección Argentina en 2014 e indudablemente era mi lugar para vivir.

Luego estuve trabajando en un club en Colón y un tiempo después me salió la posibilidad para venir a Palma de Mallorca pero de manera más estable. Ahora tengo un permiso de residencia por trabajo, por esa razón pude viajar sin problemas a Argentina en marzo pasado o visitar distintos lugares de Europa. Obviamente que tiene un vencimiento de dos años y después hay que ir renovándolo y esperar que te permitan optar por conseguir la ciudadanía.

- ¿Qué países has visitado?

- Acá está todo más cerca en relación a las distancias y las posibilidades de conocer otros países se incrementan un montón. Además los precios son accesibles para alguien que trabaja. Este año anduve por Polonia, Suecia (donde también di clases) y Portugal. Las primeras veces que viajé conocí Dinamarca, Gran Bretaña, Francia y varios países más.


- ¿Cómo viviste la pandemia? ¿Cómo fue el impacto en Palma de Mallorca?

- Fue realmente espantoso. La última ola fue la cuarta, ahora estamos bien pero a nivel económico significó un desastre. En lo personal prácticamente me hundió, pero acá tengo amigos que me ayudaron a sobrevivir.

En lo que respecta a la recuperación de la economía en España, y particularmente en Palma de Mallorca, fue muy rápida, no sabría decir si lo logró por ser un país primermundista o por alguna otra razón. Nosotros volvimos a trabajar el 11 de mayo.

Estuvimos dos meses en confinamiento, pero éste era total y asustaba porque a cada rato pasaban helicópteros, la Guardia Civil, los militares y si te llegaban a ver en la calle te cobraban multas con costos muy importantes. Y con relación al padel, si había un 60 % de la población de España que jugaba antes de la pandemia, luego del retorno aumentó a un 80, porque debido a las restricciones, se habilitó mucho antes que los deportes de equipo.

- ¿Por qué elegiste al padel como tu deporte?

- En Villaguay, nosotros vivíamos en una casa al lado del Club Sarmiento. Entonces, junto a mis hermanos y los amigos del barrio (“Piru” Segovia, Angelito Medina) estábamos el día entero en el club y probamos todos los deportes (desde el básquet hasta las bochas).

Yo jugaba al tenis (con Martín Arozena, Diego Bonelli, “July” Baima y “Pichi” Lyardet, entre otros), pero como en esta actividad había muchas personas mayores, me terminé volcando por el padel porque había chicos de mi edad, dado que yo tenía 14 o 15 años. Además, era más accesible económicamente, ya que fabricábamos nuestras propias paletas con madera.

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María Elisa es hija de Juan Picio (trabaja en la municipalidad) y Elisa Segovia, quien fue docente toda su vida, y dio clases en las Escuelas N° 108 “Sargento Cabral”, N° 87 “Luis Piedrabuena y durante muchos años en el Martiniano Leguizamón. María tiene dos hermanos: Juan Andrés (vive en San Pedro, Buenos Aires, y es kinesiólogo. Trabaja en la sección rehabilitación de un hospital) y Juan Francisco (vive en Villaguay, es maestro y tiene un remise).

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