Por estos días se encuentran en la ciudad de San Rafael, Mendoza, y desde allí hablaron con los villaguayenses Silvana Soto y Germán Treppo, de Radio Auténtica. Recordaron la historia de su proyecto, explicaron qué hacen en los lugares que visitan y hablaron sobre sus planes para los próximos meses y año.
"En 2013 Rodri estaba en su quinto y último año de Kinesiología y a mi me quedaba uno más. Pensamos que iba a ser el último y único año juntos, por lo que decidimos no afianzar mucho la relación, ya que después cada uno tomaría rumbo a ciudades distintas”, recordó Melina.
"En 2013 Rodri estaba en su quinto y último año de Kinesiología y a mi me quedaba uno más. Pensamos que iba a ser el último y único año juntos, por lo que decidimos no afianzar mucho la relación, ya que después cada uno tomaría rumbo a ciudades distintas”, recordó Melina.
"Después, en 2014, él viajó a Neuquén a realizar sus prácticas hospitalarias y no fue hasta mitad de año que volvimos a contactarnos. Nos extrañábamos y decidí viajar a visitarlo. Los dos sin mucha experiencia ni dinero, nos calzamos las mochilas y fuimos a recorrer la cordillera de los Andes ¡a dedo! ¡Sí, pleno invierno y con mochila! Paseamos un mes por San Martín de los Andes, Villa La Angostura y Aluminé. Ambos consideramos que aquí es donde nació el amor, en este primer viaje juntos, donde hubo un autoconocimiento mutuo”, reveló la joven en una nota publicada recientemente por El Diario de Paraná y la Revista Muy Entre Ríos.
Luego, "los dos recibidos, conviviendo y trabajando de kinesiólogos, seguimos viajando siempre que podíamos pero pasaba a ser parte de las vacaciones. Lo frustrante era tener que volver a la rutina, trabajar 300 días más para volver a disfrutar de un viaje. Si algo era real es que la plenitud que sentíamos en la ruta era muy difícil lograrla en el día a día. Así descubrimos que queríamos viajar como un estilo de vida", agregó.
A fines de 2019 compraron su camioneta (una Mercedes Sprinter 312 modelo 2000) que llamaron La Gurisa. "A partir de allí todo lo que hacíamos giraba en torno al proyecto, desde regular los gastos, idear el armado, soñar y buscar ideas todo el tiempo. Fue muy estresante y emocionante a la vez. Lo que más nos gustó fue saber que estábamos haciendo realidad eso que habíamos soñado y la satisfacción de estar haciéndolo nosotros mismos. De ser kinesiólogos pasamos a ser pintores, carpinteros, electricistas, mecánicos, ¡costurera! Y seguimos aprendiendo nuevos oficios. Pasábamos el tiempo libre mirando tutoriales, leyendo blogs y consultando con otros viajeros, y fue así que la construcción nos llevó un poquito más de un año”, contó Melina sobre esta etapa.
Ahora, seis meses después del inicio de la travesía, Rodrigo dice que "lo lindo de este estilo de vida es poder salir sin tiempo de regreso, disfrutar de cada lugar e ir generando ingresos durante el viaje, vendiendo artesanías, comidas y lo que vaya surgiendo".
"Agarramos lo que venga. Es un desafío para no quedarse en la comodidad ni hacer siempre lo mismo. Está bueno ponerse objetivos y aprender cosas nuevas", remarca.
Melina agrega finalmente: "Viviendo de esta manera se logra consumir mucho menos de lo que suele hacerlo en su rutina diaria. Tenemos el tiempo necesario para cocinar, producir y trabajar. El dinero que generamos delimita la distancia y el tiempo a avanzar. Por el momento vendiendo artesanías y comida nos alcanza".
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El nombre "Vida movida" tiene que ver, lógicamente, con el hecho de que ambos son kinesiólogos. Explican al respecto: "Sabemos e insistimos en la importancia de moverse, no solo a nivel corporal sino también mental y energético. Es necesario para poder seguir creciendo como personas, conociendo y evolucionando. La comodidad lleva a estancarse, y eso a veces no nos deja enfrentarnos y conocer otras realidades para aprender cosas nuevas. Lo que se queda quieto se estanca y lo que se estanca se pudre, por eso, Vida Movida, siempre en movimiento, en busca de lo nuevo".
Luego, "los dos recibidos, conviviendo y trabajando de kinesiólogos, seguimos viajando siempre que podíamos pero pasaba a ser parte de las vacaciones. Lo frustrante era tener que volver a la rutina, trabajar 300 días más para volver a disfrutar de un viaje. Si algo era real es que la plenitud que sentíamos en la ruta era muy difícil lograrla en el día a día. Así descubrimos que queríamos viajar como un estilo de vida", agregó.
A fines de 2019 compraron su camioneta (una Mercedes Sprinter 312 modelo 2000) que llamaron La Gurisa. "A partir de allí todo lo que hacíamos giraba en torno al proyecto, desde regular los gastos, idear el armado, soñar y buscar ideas todo el tiempo. Fue muy estresante y emocionante a la vez. Lo que más nos gustó fue saber que estábamos haciendo realidad eso que habíamos soñado y la satisfacción de estar haciéndolo nosotros mismos. De ser kinesiólogos pasamos a ser pintores, carpinteros, electricistas, mecánicos, ¡costurera! Y seguimos aprendiendo nuevos oficios. Pasábamos el tiempo libre mirando tutoriales, leyendo blogs y consultando con otros viajeros, y fue así que la construcción nos llevó un poquito más de un año”, contó Melina sobre esta etapa.
Ahora, seis meses después del inicio de la travesía, Rodrigo dice que "lo lindo de este estilo de vida es poder salir sin tiempo de regreso, disfrutar de cada lugar e ir generando ingresos durante el viaje, vendiendo artesanías, comidas y lo que vaya surgiendo".
"Agarramos lo que venga. Es un desafío para no quedarse en la comodidad ni hacer siempre lo mismo. Está bueno ponerse objetivos y aprender cosas nuevas", remarca.
Melina agrega finalmente: "Viviendo de esta manera se logra consumir mucho menos de lo que suele hacerlo en su rutina diaria. Tenemos el tiempo necesario para cocinar, producir y trabajar. El dinero que generamos delimita la distancia y el tiempo a avanzar. Por el momento vendiendo artesanías y comida nos alcanza".
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Lua y Chuso
Entre los motivos por los que Melina y Rodrigo decidieron salir a la ruta fue porque no era fácil conseguir con quién dejar a Lua, su primera perra, y sufrían el desapego cuando no la llevaban con ellos. Después apareció Chuso (un perrito que rescataron de la calle, casi sin vida) y pensaron: "donde entran tres, entran cuatro".________
Vida Movida
Melina y Rodrigo tienen una página de Instagram (vida.movida) y un canal de youtube (Vida Movida por America), donde publican fotos, videos y textos sobre su travesía por Argentina y, en el futuro, el resto de América.El nombre "Vida movida" tiene que ver, lógicamente, con el hecho de que ambos son kinesiólogos. Explican al respecto: "Sabemos e insistimos en la importancia de moverse, no solo a nivel corporal sino también mental y energético. Es necesario para poder seguir creciendo como personas, conociendo y evolucionando. La comodidad lleva a estancarse, y eso a veces no nos deja enfrentarnos y conocer otras realidades para aprender cosas nuevas. Lo que se queda quieto se estanca y lo que se estanca se pudre, por eso, Vida Movida, siempre en movimiento, en busca de lo nuevo".