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Por Cinthia Ruth (Infobae)
El uso de las redes sociales está cada vez más masificado: están los que informan, los que comentan las noticias, los que analizan la realidad, los odiadores seriales, los que cuentan cuestiones de su vida cotidiana y también los que hacen catarsis de situaciones que les suceden, exponiéndose a que cualquiera aprueba o critique sus acciones.
Hace unos días, la historia de una joven que contó que no quedó seleccionada en un trabajo por ser feminista se hizo viral y desató todo tipo de comentarios. Estaban los que la defendían y los que se mostraban a favor de la actitud tomada por su empleador, quien le explicó que prefería no contratarla en el puesto para evitar futuros inconvenientes con sus compañeros.
“Prefiero buscar otro estilo de mujer, lo que sería para ustedes una oprimida del patriarcado”, le comunicó. Y al compartir lo sucedido, las “pañuelo verde” salieron a apoyarla mientras que las “pro vida” se solidarizaron con los ataques que sufrió el dueño de la concesionaria de autos que buscaba cubrir el puesto laboral vacante.
Ahora, la polémica pasa por el descargo que hizo una mujer en Twitter, al mostrar el mensaje que le envió por Whatsapp a un psicólogo infantil para cancelar el turno al enterarse que milita en “La Cámpora”.
“Same vibes del de la concesionaria. Busqué un psicólogo infantil, pedí turno y cuando lo googleé…”, tuiteó la usuaria @Lu_bertotto junto a la captura de la conversación que mantuvo con el profesional.

Esta especie de catarsis que hizo Lucía en Twitter desató una nueva grieta, con puntos de vista inimaginables. “Necesitas un psiquiatra que te medique para que te saque todo ese odio, un docente para que te quite la ignorancia y alguien que te atienda bien también”, señaló @Francisco_srs.
Mientras que @QvduMarti le retrucó: “Si estás en una urgencia y el único cirujano que puede salvarte la vida es de La Cámpora, lo cancelás? jajaja que ridiculez!!!!!!!!!!!!!!!!”
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Pero lo que más llamó la atención fue el comentario que hizo el propio psicólogo, que lejos de sentirse discriminado y tirar leña al fuego sacó algo positivo de lo sucedido. “Estoy sorprendido!!! Por lo menos sirvió para generar un debate”, tuiteó el Licenciado Alberto Oscar Rizzo, al que ella le había cancelado el turno.

“Busqué por Google, lo llamé, me atendió muy bien y le pedí un turno lo antes posible”, admitió Lucía sin advertir todo lo que sucedería después cuando decidiera googlear sus antecedentes personales más en profundidad.
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“Yo no creo que no se pueda filtrar ese pensamiento en los diálogos que el psicólogo pueda llegar a tener con mi hija”, deslizó la mujer, preocupada por las devoluciones que pudiera hacerle el profesional a la menor y ponderando su derecho a elegir a quién pagarle por cada consulta.
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Luego, Lucía les hizo un llamado de atención a los jóvenes kirchneristas por ser poco tolerantes con el que piensa diferente. “Las reacciones de los camporistas fueron tremendas. Hasta llegaron a tratar de nazi a mi hija. Eso me dejó más tranquila con lo que hice porque comprobé que se trata de gente muy agresiva. Afirmó mi postura de que con esta gente no tengo nada que ver”, afirmó con convicción.
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