Nicole Luis, la divina de Patito Feo, íntima: de su inminente maternidad a su relación con el baterista de Agapornis
Está a nada de que un huracán irrumpa en su vida y en la de su pareja, el músico y manager de Agapornis, Juan Pérsico (35), pero ella aún no pierde la calma.
Su vida campestre se va a reflejar en el nombre de su bebé
Nicki –como le dicen sus amigos– está viviendo en un club de campo de Cañuelas rodeada de perros, caballos y mucha naturaleza. ¿Desde cuándo está allá? "Desde hace dos años, pero recién ahora me estoy instalando", nos confía antes de desglosarnos cómo eran sus hábitos hasta este 2024: "Antes vivía tres días en Capital y cuatro días acá para no tener que hacer una hora y cuarto de viaje de ida y otra de vuelta cada vez que iba a trabajar; lo mismo Juan, que capaz tiene shows de Agapornis que terminan a las 4:00 am y le re convenía quedarse allá".
–Hablando de Juan, ¿hace cuánto están juntos?
–Hace siete años, ¡un montonazo ya!
–¿Tenían planeado ser padres ahora?
–Sí, recontra. O sea, en realidad nosotros no hablamos así las cosas. Nunca charlamos de fechas ni tiempos, pero en algún momento –ya ni me acuerdo cuándo– tuvimos la charla de "¿vos querés ser papá?", "¿vos querés ser mamá?", "bueno, sí, genial". Y hace un tiempo mi ginecóloga me recomendó dejar las pastillas y fue como "Che, las voy a dejar", y él me dijo "Ah, bueno, bárbaro", y quedó sobreentendido que podía suceder porque nunca nos cuidamos. Igual medio que nosotros nos manejamos así en la vida.
–¿Dejan que fluya?
–Algo así. Sin ir más lejos, el año pasado nos fuimos de viaje a Japón, que es la otra punta del mundo, y sacamos el pasaje dos semanas antes cuando es un viaje que mucha gente re planifica. Pero nosotros dijimos "es muy lejos, somos jóvenes, tenemos la energía, ¡vamos!", y nos salió redondo.
–¿Quedaste embarazada allá?
–No, no. Pero ahora ya con un nene chiquito no iría. Son treinta horas de viaje y el jet lag es muy difícil porque hay más de diecisiete horas de diferencia horaria.
–Volvamos a tu bebé, que es varón... ¿Ya tiene nombre?
–Sí, se va a llamar Felipe.
–¿Lo eligieron por algo en especial?
–Si era nena teníamos tres hojas de nombres, pero de nene no encontrábamos nada que nos encante. Y de pronto, cuando yo estaba de un mes o dos de embarazo, Juan me dijo "Che, ¿pensamos nombres?", y tirando ideas surgió ese y nunca más nos lo replanteamos. Además, después nos pusimos a googlear el significado y decía "amante de los caballos o amor al caballo", ¡y fue una locura!, porque Juan ama los caballos y juega al polo, y vivimos en un campo con caballos que nos encantan. Fue como "ok, este es el nombre".
–¿Y va a tener segundo nombre? ¿Cómo va a ser su nombre completo?
–Va a ser Felipe Pérsico. Juan me preguntó si quería que lleve mi apellido, pero la verdad que los nombres muy largos no me gustan y a mí mi apellido me encanta, pero me trajo un montón de problemas. O sea, aunque parezca una tontería, me ven y me dicen "¿Luis?, ¿es tu nombre o tu apellido?". Y mi papá, por ejemplo, se llama Alberto José Luis y siempre le preguntan "¿y tu apellido?". Imaginate que a mí me pasó a los 12 años de tener que competir con varones en natación porque pensaron que Nicole era mi apellido.
–Claro. Decidiste no complicarle la vida.
–Totalmente. Aparte, como los dos tenemos ciudadanía española, en el pasaporte va a llevar mi apellido seguro porque es obligatorio. ¡Así que ya está!
En cuenta regresiva
–¿Cuál es tu fecha probable de parto?
–El 11 de agosto, ¡estamos muy cerquita!, porque esa es la fecha límite. El otro día me decían que a partir de la semana 33/34 me empiece a armar el bolso porque a partir de la 37 está ok para que salga.
–¿Ya decidiste si lo vas a tener por cesárea o parto natural?
–Te soy sincera, estoy muy relajada con el tema y me refiero al embarazo en general. Yo siempre fui una persona controladora en cuanto a mis cosas personales y ahora es cómo que hice terapia en el embarazo... ¡y que sea lo que sea! O sea, mi obstetra, la Dra. Fernanda Ibañez, que es la tía de Juan –sí, todo queda en familia–, me preguntó si quería hablar del parto y le dije que prefería conversar del tema lo menos posible para que no me genere ansiedad ni nada. Finalmente, quedamos en que vamos a intentar parto natural, pero si se complica o si voy a sufrir vamos a cesárea.
–O sea, tu obstetra es de la familia y tu mamá (Mónica Divano), que es doula, ya debe estar a full aconsejandote.
–Ay, sí, y le tocó una pésima paciente porque yo no quiero saber nada. O sea, a todo lo que me dice le digo "Má, no me cuentes porque no me interesa". No estoy sobreinformada y no leí absolutamente nada. Es como que vivo mi vida como si no estuviera –entre comillas– embarazada. Igual, el otro día me pasó que me dolía un poco la espalda y le pregunté a mamá si tenía algún ejercicio para eso y me agarró, me tiró un ejercicio y me hizo un masaje en un punto estratégico del pie que me recontra alivio. Pero de todo lo demás no quiero saber nada porque siento que si me lleno de información voy a estar ansiosa y medio colapsada.
–¿Tiene algún privilegio extra que tu obstetra sea de la familia?
–(Ríe) Bueno, el otro día me pasó en un evento que me preguntaron "¿Vos ya te hiciste la 5D?", y yo la tengo desde el día 0 porque fui con mis amigas, con mi familia y con quien sea a hacerme una eco y cada vez que voy me regala la 5D.
–¿Ya te imaginás como mamá?
–Recién ahora me empezó a picar un poco el bichito, pero hasta hace dos minutos te hubiera dicho que no. Es más, Juan está muy ansioso y me dice "quiero que nazca ya, quiero que nazca ya", "si pudiera le daría la teta yo". O sea, él re está en esa y yo no me logró visualizar. ¡Y toda la vida dije que quería ser mamá!, no es algo que no me lo imaginaba, pero ahora que estoy viviendo el momento... ¡no sé!
–Quizás te querés sorprender.
–Creo que no quiero castigarme o prejuzgarme a mí misma. Entonces no me puse expectativas y pretendo que todo me sorprenda, ¡cuando yo no soy así!, es rarísimo lo que me pasa.
–¿Y a Juan sí lo imaginás padre?
–Sí, a él lo re imagino. El tema es conmigo, es personal. Como que te puedo decir que estoy contenta todos los días de mi vida, como en un estado distinto al de siempre, pero no estoy ansiosa ni me imagino mamá.
–¿Ya armaste el bolso que tenés que llevar a la maternidad?
–No, no armé absolutamente nada. Imagínate que me di de alta de maternidad en la obra social hace dos semanas, ¡a ese nivel! Por suerte tengo mucha familia médica y todo va a estar bien, pero dejé todo para último momento y ahora nos estamos ocupando. Bueno, ya mañana me está llegando el pedido de cochecito, huevito, colecho, ¡así que esa parte va a estar!
–Vamos al toque tierno: ¿Qué fue lo primero que le compraste a Felipe?
–Bueno, hace tres semanas nos fuimos a Brasil –como última escapada de pareja hasta quién sabe cuándo–, y fuimos juntos a comprarle ropa, toallas y cositas ¡¡¡y fue re lindo!!!, y muy cómico a la vez, porque los dos no teníamos idea de nada. Cero experiencia (Risas). Y después ayer me pasó por segunda vez que justo fui a una calle en Recoleta que era toda de cosas de bebés, o sea, una casa al lado de la otra, y le dije a Juan "¡me fundí!", o sea, me metí en todos los locales y compré en todos. Algo que hasta ahora no me había pasado. Es como que de pronto quiero comprarle cosas que es algo que antes no me pasaba porque yo no soy una persona consumista.
¡Este 2024 va a estar en la tele!
"Este año estreno una serie en Disney+ que se llama Los MacAnimals", nos cuenta emocionada la actriz. "En principio iba a salir antes de que nazca el bebé pero ahora es post. Todavía no sé la fecha exacta, pero es muy cerquita, más o menos que salgo del hospital y se estrena", comparte risueña Luis.
–¿Qué más nos podés anticipar de Los MacAnimals?
–Que tiene un elenco hermoso y es uno de los proyectos que más disfruté. Tardamos como dos años en hacerla, porque en el primero la grabamos y en el segundo –que fue el año pasado– estuvimos con las voces en off y con algunas cositas que habían faltado. Es que es una serie muy compleja porque mezcla chicos con animales.
–Anticipanos un poco: ¿cómo es tu personaje?
–Soy la mala de la serie y mi contrafigura vendría a ser Flor Torrente, que es la persona que intenta desenmascararme bastante seguido. Y el otro malo es el Turco Naím, que vendría a ser como mi secuaz. La verdad es un elenco y un proyecto hermoso. ¿Viste cuando el detrás de escena es hermoso?, o sea, los camarógrafos, las maquilladoras, todo fue espectacular. ¡Y me llevé amigos!, que eso no es algo que pase siempre.
–Igual tu relación con Disney viene desde que terminaste Patito Feo, ¿no?
–Sí, desde aquel momento yo con Disney nunca dejé de trabajar. Me metí hace 14 o 15 años y descubrí un submundo dentro de la televisión. Es como que no te encontrás con propuestas indecentes, con comentarios raris, con ningún manoseo raro...
–Pero ahora no sólo sos actriz, también sos emprendedora. ¿Querés contarle a la gente de tu marca?
–Sí, ¡claro! Armé un emprendimiento de ropa con la que ahora es una de mis mejores amigas a la que conocí por ser la novia de Santi, otro de los chicos de Agapornis, en un viaje a Brasil. Pegamos muy buena onda y, como yo hace mucho tiempo tenía ganas de tener mi marca de ropa, y Flor Torrente que tiene Helicia me decía "Nicki, ¡hacelo! ¿Qué es lo peor que te puede pasar?, ¿cerrar? Si no es que estás poniendo empleadas o un local físico a la calle", se lo propuse, me dijo que sí y lanzamos la marca en noviembre del año pasado.
–Otra que un bebé. ¡Tu marca tiene 7 meses!
–Así es, y ya la tenemos a la venta en un multimarca y hay un montón de gente que nos vuelve a comprar y nos manda mensajes que yo nunca pensé que eran ciertos. Onda, "chicas, increíble, hermoso, las amo". Y yo digo ¡wow!
–¿Estás diseñando también?
–Sí. Diseñamos todo, hacemos todo de cero. O sea, sacamos ideas, las dibujamos cómo podemos –porque ninguna de las dos estudió diseño de indumentaria–, vamos con una molderista, le bajamos la idea y una vez que está ok se manda la tela que compramos a corte y a confección, y después nos llega a nosotras. Es todo muy artesanal.
–¿Cómo describirías la ropa que hacen?
–Como clásica y atemporal. Eso es lo que nos define, y que todo vaya con todo. Son prendas versátiles que se las puede poner cualquier persona.
–Actriz, emprendedora y futura mamá. ¿Hay algo más que quieras contarle a la gente de lo que hiciste en este último tiempo?
–No se me ocurre qué decirte la verdad (Se muerde el labio). Sí capaz lo que me pasa es que me siguen diciendo "¿vos sos la de Patito Feo?". ¡Es muy fuerte!, se ve que yo en el momento no lo dimensioné, pero te juro que la cantidad de gente que me sigue por Patito Feo o que me pregunta cuándo sale una nueva temporada es increíble. Entonces de pronto yo hice dos temporadas de Go! Vive a tu manera en Netflix o fui a cubrir los Radio Disney Music Awards y entrevisté a gente re grosa, pero ¡me siguen diciendo la de Patito Feo!
–¿Y qué te provoca eso?
–A mí me encanta, porque pese a todo lo que pasó después alrededor, yo le sigo guardando un cariño muy grande al proyecto. Y eso que de verdad pasaban cosas raras... eran otras épocas de la televisión también. Hoy está buenísimo cómo se manejan las cosas. Yo el año pasado, cuando grababa con chicos para la serie de Disney+, ellos grababan cuatro horas por día y un día a la semana lo tenían libre. Mientras nosotros grabamos un millón de horas, sábados y domingos Gran Rex, y los feriados ensayo. O sea, no había momentos de descanso. Yo igual fui muy feliz. A mí me encantaba. De hecho mi mamá me preguntaba "¿no estás cansada?, ¿de verdad querés ir?", y yo tipo "sí, estoy bárbara". O sea, no recuerdo que me haya sido traumático el no tener descanso o el no parar. Lo recuerdo todo hermoso más allá de un montón de cosas.
–Es que también tenías muchísimos fans que no dudaban en demostrarte que te querían.
–Total. Era hermoso el cariño que nos daban, más allá de que muchas veces se ejerció poder donde no hacía falta. Como que sí, hubo ciertas figuras oscuras en el proyecto, pero que para mí no llegaron a opacar todo lo que vivimos. Estoy hablando igual desde algo muy personal. Capaz te metés con alguna otra chica y te dice "para mí fue una cagada".
–Cada integrante del elenco tiene su recuerdo, y no es que un recuerdo invalida el otro.
–Exacto. Yo también dentro de las chicas de Patito viví en mi burbuja porque yo siempre estuve acompañada de mi mamá: ella venía casi a todos lados –salvo a las giras porque no tenía el presupuesto para bancarselo–, pero a grabar, al teatro y a los castings iba con ella. Y nunca falté al colegio ni me perdí un cumpleaños. No sé cómo lo lograron mis papás, pero yo nunca dejé de tener mi vida de niña.
–Adelántandonos un montón, ¿vos dejarías que tu hijo trabaje de chiquito en la actuación?
–Permitiría que haga lo que le haga feliz. Ahora, creo que no lo incitaría. O sea, yo no sé si voy a llevar a mi hijo a comedia musical, salvo que me lo pida. Y si me preguntas si me gustaría, creo que no, pero porque es muy difícil el medio, ¡muy complejo!, pero si le gusta lo voy a acompañar y voy a tratar de hacer lo que hizo mi mamá.
–Última pregunta: ¿Qué cosas de tu personalidad y de la de Juan te gustaría que herede?
–Capaz mi locura y que nunca tengo mal humor, y de Juan la inteligencia y lo vivo que es. Ah, también que se da maña con todo como mi papá, ellos son dos arregla tutti ¡y eso es muy útil en esta vida! (Risas).
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