DONDE MÁS DUELE… Por Ciudadanía en Movimiento
Con el paso de los años en Argentina ha ido aumentando el sufrimiento de sus ciudadanos. Sufrimiento ocasionado por el hambre, la desocupación, la pobreza extrema, el analfabetismo, entre otras calamidades.
Hemos conocido estos días, a través de un relevamiento hecho por la ONG Pata Pila, que, en la zona del Chaco salteño, entre 2022 y 2023, fallecieron 300 niños y niñas de las comunidades originarias a causa de la desnutrición aguda y la deshidratación. Una realidad altamente dolorosa que ni siquiera figura entre las prioridades del gobierno provincial que viene a enterarse lo que está ocurriendo, por una ONG. Un gobierno para el que no encontramos calificativo, aberrante, sería el más leve.
Increíble que en el pleno Siglo XXI la falta de alimentos y agua potable sea la causa de mortalidad infantil en Argentina.
Pero el sufrimiento no termina allí, hay más causas, la violencia de los adultos sobre los niños, niños sin DNI ni escolarización, falta de asistencia sanitaria básica. Derechos vulnerados durante el ejercicio de un gobierno que se llenó la boca defendiendo los derechos de los pueblos originarios. Con un presidente que entre 2022 y 2023, mientras estos niños vivieron en una miseria que los llevó a la muerte, invitaba a sus amantes al sillón de Rivadavia, en lugar de invitar a sus funcionarias para ver cómo resolver estos problemas determinantes en la vida de tantos ciudadanos. Mentira, corrupción y cara muy dura.
Gobiernos que dan por hecho que la miseria generalizada y permanente es inevitable.
El silencio de los que sufren aumenta el bienestar de los que disfrutan de riquezas obtenidas de manera miserable. Gobernantes y cómplices, enganchados en los negocios del Estado, que, en lugar de tener miedo a la reacción de la ciudadanía, lo inspiran, convencidos de que son dueños de lo público, abusando de sus posiciones en el poder, dando y quitando a su conveniencia.
En Argentina muchas zonas, a causa de la situación económica actual, han quedado fuera del sistema productivo. El poco trabajo, sumado a precios altos de los alimentos, los combustibles, los servicios, están generando cada vez más situaciones de extrema vulnerabilidad social en la que los que sufren primero, son los niños. directamente. No debemos perder de vista que en situaciones así el Estado debe estar presente asistiendo a la ciudadanía para superar el momento de la manera más saludable posible.
No olvidemos que Concordia con el 56,2%, sigue siendo la segunda ciudad del país con más pobres, con lo que podríamos decir que el Chaco salteño no está tan lejos.
(Foto: agenciatierraviva.com.ar ).