OCHO AÑOS CON FRANCISCO. Por Ricardo Moreyra

Es realmente muy emocionante recordar ese día, hace ocho años, cuando un gran amigo argentino fue elegido como Papa.

 
Y tengo que decir que hoy no es distinto de como era antes. Lo distinto quizás es que está más contento. Hay un estado de gracia en la alegría.

Si tuviera que destacar tres aspectos que definen a Francisco, por un lado diría que es un hombre de discernimiento y de una inteligencia intuitiva. Esto significa que posee una capacidad de conocer, necesita poco para sacarle la ficha al que está enfrente. Dios lo va llevando por la intuición. El santo Padre va a la deriva de lo que Dios le va sugiriendo, y seguramente él será el primer sorprendido.


Francisco es la misericordia porque tiene una capacidad de cuidar la fragilidad de la persona. Es un hombre con una profunda misericordia en los gestos y en el ministerio del perdón, propio del sacerdote.

Él es un hombre de caridad, que no solo la proclama, sino que la vive. Lo que antes era mas domestico, ahora es universal. Algunos hablan de populismo, de ninguna manera, simplemente es un religioso cercano a la gente a quien le late el corazón sobre todo frente a las necesidades. Es un pastor de una caridad generosa y a la vez silenciosa. Por eso es que los sencillos lo disfrutan, los demás lo sufren.

La gente "sencilla" le "pesca la gracia" al Papa Francisco, hay una sintonía muy misteriosa que posiblemente está en el Evangelio que es de los sencillos. Los demás, los que jugamos de "intelectuales" quizá no llegamos a la plenitud, como los sencillos, del corazón del Papa Francisco.

La espiritualidad ignaciana es amar y servir, es ser contemplativos en la acción, y creo que el papa Francisco encarna esto. Es un hombre de discernimiento, lo que implica capacidad de silencio, flexibilidad, que no es laxitud, sino capacidad de dejarse dirigir por el señor en circunstancias concretas, y puede ser que con esto a veces el Papa Francisco desconcierta, porque no queda pegado a las reglas, sino que va a la deriva de lo que dios va sugiriendo y así puede tener el gesto más revolucionario y de golpe sorprender con el gesto más ortodoxo o tradicional. Y esto es muy propio de la espiritualidad ignaciana.

Por todo esto es un papado marcado por la misericordia, que promueve una Iglesia "en salida", con las "puertas abiertas", un "hospital de campaña", que no teme a la "revolución de la ternura" ni al" milagro de gentileza".

Dios nos ha regalado un Papa con gran humildad, con opción preferencial por los pobres, que ha buscado una Iglesia pobre y para los pobres.

Por todo esto y mucho más ¡Gracias Papa Francisco!

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El profesor Ricardo Moreyra fue Alumno y compañero de comunidad de Francisco durante ocho años en el Colegio Máximo de San Miguel, Buenos Aires.

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