JOVEN VIOLADA EN GRUPO HALLADA MUERTA: “LA DEJARON SOLA”, LAMENTÓ SU MAMÁ



"La dejaron sola". Sandra es la mamá de Paula Martínez, la joven de 23 años que fue víctima de una violación en grupo y fue hallada muerta en su casa de Florencio Varela, en un presunto suicidio.

Para la mujer, "a partir del abuso, la mataron en vida, son asesinos los violadores porque te matan en vida, ahora la terminaron de matar, ellos la llevaron a esto".

Este fin de semana, Paula fue encontrada por su tío, colgada de un ventilador con una cadena. Ya había atravesado varios intentos de suicidio tras la violación, que incluso la llevó a estar bajo tratamiento psiquiátrico en un hospital.

Todo sucedió el 10 de diciembre de 2016, cuando la joven asistió a la fiesta de cumpleaños de una vecina de la que había sido amiga en la infancia, pero con la que había perdido el vínculo. Y allí comenzó su calvario.

Según su denuncia, un primo de la anfitriona le dio una bebida que contenía algún tipo de droga. A partir de ese momento, comenzó a sentirse mareada y a perder paulatinamente la conexión con la realidad.


Luego, indicó, fue subida a una camioneta en la esquina de esa casa, situada en la calle Guardia Nacional al 1500, de Florencio Varela, y trasladada hasta una casa donde, de acuerdo a su relato, sufrió la violación en grupo.

Por el hecho hay cuatro sospechosos detenidos y otro prófugo. Son los cinco que la víctima pudo reconocer.

En declaraciones al canal Crónica TV, su mamá afirmó este lunes que está "destrozada" por lo ocurrido y señaló que la Justicia todavía no le comunicó oficialmente que se trata de un suicidio. "Quiero que investiguen a fondo lo que pasó", declaró.

Paula tenía tres hijos: un nene de 7 años, otro de 5 y una nena de 4. Además, cuatro hermanitos de menos de 9 años. Todos quedaron a cargo de Sandra.

"La abandonaron todos, la dejaron sola y así terminó. Pedí ayuda a todo el mundo, porque yo ya no podía ayudarla, más que estar con ella", manifestó la mujer.

La mamá de la joven advirtió: "Voy a seguir luchando, me dejó luchando sola, pero voy a tratar de conseguir prisión perpetua para estos asesinos. No me van a parar".

La víctima sufría permanentes amenazas de las familias de los acusados. "Las mujeres pasaban y nos gritaban 'putas', 'drogadas'", contó Sandra, quien recalcó: "Yo no me voy a matar, si algo me pasa, me lo hicieron, si a mí me pasa algo es porque me mataron".

También señaló que Paula "estaba con tratamiento psicológico, pero no tenía continuidad" y planteó: "¿Cómo pretendían que ella tenga una continuidad si no podía siquiera salir de su casa?".

"Ella ahora está en paz, no está más con la tortura psicológica que tenía", concluyó, mientras esperaba que la Justicia les entregara el cuerpo.


Drogas, amenazas y denuncias

En una nota que concedió a TN en el año 2017, Martínez afirmó que cuando se presentó a realizar la denuncia, se cruzó con los presuntos abusadores. “No sé quién les avisó, ni qué fueron a hacer”, cuestionó.

En esa entrevista, también relató, en primera persona y con detalles, el infierno que atravesó: “Estaba con mi mamá y mi papá en mi casa, y vino la sobrina de los dueños de la casa de enfrente, con la que jugábamos cuanto éramos chicas. Una semana antes del cumpleaños, ella me pidió trabajo y le dije que sí, que me dé su currículum. Me dijo que sí y aprovechó para invitarme a la fiesta de cumpleaños”.

“El día de la fiesta (la vecina) me vino a buscar tres veces: la primeras dos le dije que no y la tercera accedí. Cuando voy, el primo de ella, uno de los violadores me dio una bebida que yo creo que ahí estaba la droga. De ahí empecé a sentirme mal, mareada, se me acerca otro de los violadores que es el que me habló y me volvió loca toda la noche y desde ahí recuerdo poco y nada”, repasó junto a su abogado.

Y agregó: “De ahí me llevaron a la esquina, me subieron a una camioneta blanca tipo Trafic y ahí me llevaron a la casa de otro de los violadores”.

“Yo recuerdo que eran más de cinco (personas) porque vi sombras y siluetas pero no sé quiénes son. Los únicos que reconozco son los cinco de la foto (que tenía en su mano)”, apuntó.

Martínez remarcó que, cuando se presentó a hacer la denuncia, antes de cumplirse las 72 horas posteriores al hecho, dejaron asentado que “estaba alcoholizada”, pese a su aclaración de que había sido drogada. También sostuvo que recibió maltratos por parte del profesional médico a cargo de la examinación, que contra su voluntad fue un hombre.

La víctima aseguró además que, con posterioridad a ese hecho, recibió todo tipo de amenazas, las cuales denunció sin éxito en unas 30 oportunidades.

“Desde ese momento, ellos están libres y se siguen manejando con total impunidad en el barrio, mientras yo estoy hace un año con siete criaturas ahí adentro, porque tengo tres hijos y cuatro hermanos menores, corriendo peligro de vida. Y ellos no pueden ir ni siquiera al jardín”, reclamó hace unos 4 años.

En marzo de 2020, de hecho, Martínez realizaba un móvil para Telefé junto a su mamá, pero la entrevista tuvo que ser levantada cuando familiares de los detenidos la increparon en vivo.

"Esto es lo que sufro siempre, constantemente. Es inhumano vivir así. No entiendo cómo la Justicia sigue sin hacer nada", manifestó la joven. (Fuentes: Clarín y El Once). 

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