Carla Troncoso: "ENTRÉ A ESTUDIAR ARQUITECTURA CON ALGUNAS DUDAS PERO TERMINÓ GUSTÁNDOME BASTANTE MÁS DE LO QUE PENSÉ"



Apenas finalizó sus estudios secundarios, con algunas dudas sobre su vocación, la villaguayense María Carla Troncoso se fue a estudiar a Rosario. Su padre es contador público nacional y desde la adolescencia pensó que ese iba a ser su futuro. Pero el deseo de expandir su creatividad la impulsó a elegir arquitectura y en la actualidad es muy feliz con su trabajo. Se dedica particularmente al interiorismo y en los últimos meses se abocó a pleno a diseñar los interiores de la exitosa cadena de bares “Sablé París”, los cuales sin duda, poseen su impronta. 


- ¿En qué momento de tu vida empezó a interesarte la arquitectura?

- Mi colegio secundario tenía una inclinación contable y como tanto mi papá como mi mamá estaban en ese mundo, desde un principio pensé que iba a terminar estudiando contabilidad. Pero al ver y analizar el desarrollo de su trabajo, que me parecía un poco rutinario y metódico, comencé a inclinarme por la arquitectura. Opté por algo que tenga una veta hacia la creatividad y al desarrollo de mis ideas independientemente de lo que un sistema te puede llegar a imponer. Mi deseo también era combinar el trabajo de oficina con estar al aire libre, con poder disfrutar de una obra y tomar decisiones fuera de lo que es un estudio. Como antecedente, en la escuela siempre me gustó todo lo relacionado a las artes plásticas, pero esta preferencia nunca estuvo vinculada con la elección de la carrera. En una de las clases de primer año, un profesor nombró la siguiente cita: “La arquitectura de las artes es la más científica y de las ciencias es la más artística”. Esta frase me quedó grabada y creo que refleja lo que fue mi elección por la carrera. 


- ¿Dónde estudiaste? ¿En cuánto tiempo hiciste la carrera?

- Estudié en la Universidad de Rosario, la carrera me llevó siete años de cursado y terminé la tesis en el octavo año. Con respecto a la idea que yo tenía sobre la carrera me pareció mucha más intensa la dedicación de tiempo que hay que darle. Pensé que iba a ser más ameno pero no más difícil. Es algo que hay que dedicarle muchísimo tiempo. Tiene que gustarle al estudiante realmente para elegirla, porque no es solamente estudiar y aprobar un parcial o un final sino que hay que ir desarrollando distintos proyectos a medida que pasa el tiempo y existen correcciones todas las semanas. Yo entré a la carrera con algunas dudas pero me terminó gustando bastante más de lo que pensé en un primer momento. 


- Luego de recibirte ¿cómo arrancó tu inserción laboral?

- Ya antes de terminar la carrera, empecé a trabajar en prácticas profesionales supervisadas desde la facultad. Allí, uno debe solicitar la pasantía a un estudio de arquitectura y eso te lo homologan como una materia más. Luego (seis meses antes de recibirme), trabajé en relación de dependencia en una constructora como directora de obra. Tres meses después de haber finalizado mis estudios comencé con un amigo, quien me llamó para que realice una obra para él, en forma independiente, sin estar vinculada a ninguna empresa. Eso fue un trabajo de interiorismo en un departamento de las Torres Maui en Rosario. 


- ¿Qué diferencia conceptual existe entre el interiorismo y la arquitectura en general?

- En realidad, en la facultad de arquitectura te enseñan bastante poco sobre interiorismo y fue una especialidad sobre la cual estudié más después de recibirme. La arquitectura estudia los programas sobre cómo puede llegar a ser la funcionalidad de un local comercial o una casa en base a los requisitos que pretende el cliente, atendiendo principalmente a cuestiones estructurales, mientras que el interiorismo apunta más que nada a las terminaciones de los espacios y al diseño de ambientes interiores. 


- ¿De qué manera se interrelacionan las ideas del cliente y las del arquitecto?

- Con respecto a lo que necesita el cliente y a lo que puedo ofrecerle a través de distintas ideas para llevar adelante lo que él pretende, trato de que siempre haya un “feedback” entre ambos. Por esta eso realizo varias entrevistas antes de comenzar un trabajo y en el anteproyecto del desarrollo del proyecto final tenemos varios encuentros en los cuales charlamos. Yo le hago propuestas pero hay que tratar de llegar a un punto en el cual como profesional puedo asesorarlo y aconsejarle en ciertas cosas pero siempre tratando de dejarlo conforme y priori-zando las necesidades de cada cliente.


- ¿Cuáles son los trabajos que te han permitido sentirte más orgullosa?

- Durante el 2021 tuve mucho desarrollo en lo que respecta a interiorismo sobre diseño comercial. En este momento estoy haciendo bares para la cadena de Sablé París en Rosario. Recientemente tuvimos la inauguración de dos locales muy grandes e invito a todos aquellos que tengan la posibilidad de ir a conocerlos. Sinceramente me siento muy orgullosa de estos trabajos. Ha sido una responsabilidad enorme representar a una franquicia que creció mucho en este último tiempo. El público de Rosario me transmite su aprecio porque los locales están cada vez más lindos, lo cual me reconforma muchísimo. Me encanta este rubro, porque siento que cuando se construye una casa, el resultado lo ve muy poca gente, mientras que en cuanto al diseño comercial se debe dejar conforme a una cantidad de personas mucho más grande.



- ¿Encontraste tu lugar en el mundo en Rosario o tenés pensado trabajar en otra ciudad?

- Elegí a Rosario para estudiar porque mi hermano ya vivía allá, yo no estaba muy segura porque todas mis amigas se iban a vivir a Santa Fe. Tenía 17 años y a esa edad, por lo general, las prioridades de uno pasan por salir corriendo donde van a estar tus amigas. Pero con el transcurso del tiempo me comenzó a gustar mucho la ciudad y hoy valoro en gran forma haber tomado la decisión de estudiar allá. Amo a Rosario pero no me aferro a ella y me encantaría poder desarrollar mi trabajo en muchísimos lugares, ya sea en Argentina, en Villaguay, en Rosario o incluso en el exterior. 


- ¿Qué significa Villaguay en tu vida? 

- Villaguay es mi casa, no considero que el domicilio de mis padres haya dejado de ser mi casa. Es el lugar donde nací y siempre que tengo la oportunidad de volver lo hago. Más allá de que tuvimos una situación bastante complicada por la cuarentena debido al Covid 19 durante estos últimos dos años y no pude viajar todas las veces que hubiera deseado, pero voy cada vez que tengo la posibilidad porque es muy lindo compartir momentos con la gente que uno quiere. 





 

Trayectoria


María Carla Troncoso tiene 28 años. Su mamá, Estela Barral, es comerciante y su papá, Mario Troncoso, contador público nacional. Mauro es su único hermano y trabaja en el estudio contable de su padre. Realizó la primaria en la Escuela “Mariano Moreno” y la secundaria en el Instituto La Inmaculada. Es soltera y de acuerdo a sus palabras, por el momento las metas profesionales y personales relativas a posicionarse laboralmente están como prioridad por sobre formar una familia.

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