El exmarido de Ana Rosenfeld cuenta su verdad: “Yo dejé todo para ocuparme de ella, pero nadie le dijo que le quedaba un año de vida”


“Me habían diagnosticado un año de vida”, aseguró Ana Rosenfeld en una entrevista íntima que brindó a Teleshow cuando recordó los motivos que la llevaron a separarse de su primer marido, José Hener, un empresario 10 años mayor que ella que confeccionaba jeans y abastecía a firmas como Angelo Paolo, Mango, Stone y Quarry.

La abogada contó que faltaba poco para cumplir los 24 años cuando un diagnóstico le replanteó su forma de pensar y cómo quería llevar adelante su vida. Y además, sostuvo que se sintió “sola” en el proceso. “Necesitaba a otro tipo de persona a mi lado. Alguien que, en esa delicada situación, me contuviese de un modo diferente. Si iba a construir una familia, me haría falta un pilar más sólido. Me había dado cuenta de que jamás sería el hombre de mi vida”, consideró sobre su exmarido.


En relación a su diagnóstico, la letrada contó que luego de una consulta por un dolor insoportable en una de sus rodillas los médicos descubrieron que el “hueso de la cadera estaba totalmente carcomido”. “Me metieron en una cama diciéndome que debía agradecer no haber sufrido una fractura espontánea, lo que hubiese sido terrible. Me detectaron un tumor en la cabeza del fémur derecho y los pronósticos eran pesimistas. De hecho hubo radiografías fallidas que indicaban metástasis”, indicó y agregó que el profesional a cargo de la anatomía patológica señaló que se trataba de un tumor benigno y que necesitaba una operación. Hasta entonces, debió permanecer acostada.


“No llegué a necesitar una prótesis sino que rellenaron con materia ósea de mi propia cadera”. Me operaron en agosto y recién pude volver a caminar el 3 de octubre... ¡y con muletas!”. Antes de comenzar con la rehabilitación, la abogada decidió separarse. “No me sentí acompañada. Yo era quien cuidaba de mi pareja y no al revés”. Decidió comunicárselo a Hener por teléfono y desde la casa de sus padres, adonde había regresado a vivir. El empresario le comentó que compraría una casa para mudarse pero ella le puso el freno. “Yo creo que él nunca entendió el motivo de mi determinación. Jamás terminé de explicarle muy bien la razón. Tal vez se entere al ver esta entrevista”, dijo en la nota a este sitio.

El matrimonio de Ana Rosenfeld y José Hener duró tres años y desde aquella conversación, hace 43 años, jamás volvieron a verse. En tanto, ella destacó que el empresario fue el primero en llamarla cuando murió su marido, Marcelo Frydlewski, en octubre pasado. Se divorciaron tiempo después, cuando salió la ley en 1987. Su caso fue uno de los primeros en presentarse en Tribunales.

Al leer la entrevista que Ana Rosenfeld brindó a Teleshow, el empresario José Hener se comunicó con la intención de dar su versión. “Cuando empezamos a viajar, yo notaba que se caía. Entonces, cuando volvimos a Buenos Aires la llevé con un médico que le hizo una radiografía y el resultado fue que tenía carcomida la cabeza del fémur, y nos dijo que tenía que hacerse una biopsia”, comenzó.

“Yo busqué al mejor anatomopatólogo de Buenos Aires, que era una eminencia y tenía buenas referencias”, continuó y agregó que 48 horas después del estudio fue a buscar el resultado. “El diagnóstico fue que era un cáncer benigno no invasivo” y recomendó curetear el hueso y rellenarlo con su propio hueso de la cadera. “Jamás un cáncer tan maligno se deja sin otros tratamientos postoperatorios como la radiación”, siguió Hener.

Con ese diagnóstico y los estudios en sus manos, el hombre recordó que fue a ver a su esposa para comunicarle las novedades. “Que era un cáncer, que era un tipo de intervención de huesos. Por llamarlo de alguna manera, un cáncer benigno. Porque eso no era un tumor. Todo lo contrario, carcomió el hueso, que es inhabitual en un cáncer. ¿Si le dijeron que le quedaba un año de vida? Claro que no (ríe, sarcástico). Cuando le llevé a las 48 horas los resultados para que se quede tranquila y prepararla para la operación, le dije que vaya tranquila, que le iban a rellenar esa parte. Y le rellenaron con huesos esa parte, con sus propios huesos porque era joven”, siguió Hener en su relato.

“El único que se ocupó desde el principio fui yo. Cuando noté que le pasaba algo en la pierna la llevé al mejor profesional. Yo corría de un lado para el otro, desesperado. Dejé todo para ocuparme de ella. La acompañé de punta a punta. Hasta en la rehabilitación, que la hizo un mes después de la operación”, agregó el empresario y aseguró que por ese entonces relegó su actividad laboral para acompañar a la abogada en su cuadro de salud.

“Mi exesposa en 60 días ya estaba haciendo vida normal. Jamás la desatendí en esa situación. Ni tampoco nos divorciamos en ese momento. Pasaron un par de años y las causas fueron muy diferentes”, aseveró José Hener. (Fuente: Teleshow).

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