El fuerte de Croacia y las soluciones para ganar el duelo táctico: más volantes para atacar por sorpresa

Se espera el partido de la semifinal de la Copa del Mundo con mucha ansiedad. Croacia llega por segundo Mundial consecutivo a esa instancia y Argentina dejó pasar solamente uno en el medio, dado que fue finalista de la Copa del Mundo jugada en Brasil en 2014. Lo de Rusia ya todos lo conocemos: la salida pronta en octavos de final frente a Francia, hipotético rival en la final de Lusail el próximo 18 de diciembre. Es un partido muy especial para Argentina porque el conjunto croata propone algo muy diferente a lo que hacía Países Bajos. Croacia tiene un fuerte que es la mitad de la cancha, pero no tiene solamente a Frankie de Jong manejando el balón como tenía Países Bajos. No es un equipo que te ataque tanto por las bandas. Es un equipo que tiene mucha tenencia y mucha capacidad en ese triángulo que forma en la mitad de la cancha con hombres destacadísimos: Luka Modric es su emblema, es su figura, es su capitán, es su referente y es su cerebro. Pero tiene a sus coequipers, jugadores que aportan muchísimo y juegan tan bien como Modric, aunque sin su experiencia y su sapiencia, pero con habilidades técnicas muy similares al del jugador del Real Madrid. Me refiero a Brozovic, que suele inclinarse por la izquierda, y a Kovacic, el ex jugador del Real Madrid que juega generalmente por derecha. Tiene jugadores de mucha jerarquía. Tiene a Perisic, que es letal y puede arrancar por la izquierda pero sorprende permanentemente pisando el área. No es un delantero pero puede hacerlo perfectamente y en el punto penal suele no fallar, sobre todo si la pelota viene de arriba. Por todo esto que les describo, me da la sensación que ante la dificultad de contar con Acuña, ante la dificultad de contar con Montiel -de cualquier forma creo que Molina no saldría del equipo-, pero por ese sector Argentina va a atacar mucho menos sin Acuña, que es clave para que la selección tenga por la izquierda la posibilidad de avanzar en el campo rival. Al no estar Acuña y por cómo juega Croacia, me parece que este partido plantea especialmente la duda si incluir o no un mediocampista más. Si no estuviera Di María, la solución sería un mediocampista más. Pienso en Paredes junto a Enzo Fernández como doble pivote, soltándolo a De Paul de derecha y liberándolo a Mac Allister por izquierda. Y allí la Argentina podría plantearle un partido de tú a tú a la hora de tener la pelota. Y tal vez sea una de las soluciones.El último entrenamiento de la selección argentina en la Universidad de Qatar con Lionel Messi, Ángel di María y Rodrigo De Paul a la cabeza (REUTERS/Peter Cziborra) (PETER CZIBORRA/) Arriba Messi y Julián Álvarez. Atrás, con una línea de cuatro en ese caso. En el último partido Argentina empezó con una línea de cinco, pero era un esquema perfecto para lo que planteaba el rival, que quería jugar por las bandas con Dumfries y con Blind, y Argentina le salió a jugar con Molina y con Acuña. Argentina le dijo a Países Bajos: “A tú preocupación yo le voy a sumar una extra”. Pasó a ser Argentina la que tuvo el rol protagónico por las bandas. Este partido plantea algo muy diferente: la posibilidad de atacar. Y atacar de una manera muy especial: teniendo la pelota y buscando a Messi, que está punzante, inquieto, movedizo, que corre cuando tiene que correr y que está muy certero en los pases filtrados. Este esquema de doble pivote -pensé en Paredes, pero puede ser Guido Rodríguez también- te permite soltar a los que van por los costados: la sorpresa de De Paul, la sorpresa de Mac Allister. Siento que este es un partido para sorprender con los mediocampistas atacando el área rival. Y tal vez no llenando de gente el área de enfrente. Claro, todo esto si es que Di María todavía no puede comenzar. El otro día lo usó un puñado de minutos Scaloni, quien contó que tenía dificultades físicas y que lo quería meter en el arranque del complemento, pero sin embargo tuvo que esperar al comienzo del segundo tiempo de la prórroga. Veremos qué es lo que sucede. Estamos en la antesala de un partido magnífico. Mucha gente está llegando a verlo, mucha gente pregunta por el metro, por las entradas, si se puede ver el partido. Hay una ventaja: es el estadio más grande de la Copa del Mundo. Hay noventa mil localidades, de modo tal que nadie se va a quedar afuera. Lo que podría limitar es el bolsillo, porque las entradas arranca en mil dólares y terminan vaya uno a saber en cuánto. Seguir leyendo: El técnico de Portugal desconoció la historia, es increíble que haya puesto a Cristiano Ronaldo en el banco Argentina volvió a empezar y ganó en los penales gracias al Messi del arco: Dibu Martínez
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