Seis meses han transcurrido de la muerte de la reina Isabel II, quien falleció a sus 96 años. La monarca con más años al servicio de sus país, siempre supo cómo superar los desafíos impuestos por los miembros de la familia real. Sin embargo, en la actualidad, sus descendientes no estarían pudiendo salir a flote del ojo de la tormenta en la que se encuentra la Casa Windsor.
Es que, tras el opacado reinado de Carlos III, las críticas del príncipe Harry a la familia real y la nueva princesa de Gales, Kate Middleton quien aviva el espíritu de Lady Di, luego de los fuertes rumores de infidelidad del príncipe William, el nivel de aprobación de la monarquía inglesa se encuentra por los pisos.
Camilla Parker y Rose Hanbury, la tercera en discordia entre William y Kate Middleton: aliadas y amigas
El escándalo que resultó de la catástrofe matrimonial de Carlos y Diana nunca será olvidado, y las consecuencias aún las viven las nuevas generaciones de los Windsor, quienes han procurado alejarse de las relaciones de infidelidad que marcaron la vida de la antigua princesa del pueblo.
Sin embargo, los rumores de la traición de William están a la orden del día en Reino Unido, donde el poder de la monarquía trata de borrar a toda costa este nuevo desliz que sacude a la familia real británica y que empaña absolutamente la previa de la coronación del sucesor de Isabel II.
Imagen de archivo: la familia real en la boda de William y Kate Middleton.
Los escándalos de los Windsor eclipsan el reinado de Carlos III
Aún no se coronó como el rey de Inglaterray a Carlos III, pero los escándalos de la Casa Windsor ya generan una resistencia de los ingleses al reinado del hijo de la difunta reina Isabel. Tal es así, que en el Día de Commonwealth, evento que sirvió para analizar la aprobación del pueblo con su futuro rey, nada salió como estaba esperado.
Sobre esa línea, algunos medios locales publicaron que el acto que reunió a la Mancomunidad de Naciones -organización compuesta por 56 países-, tuvo abucheos para Carlos por parte de manifestante que portaban pancartas rechazando al actual rey, con lapidarios mensajes: “No es mi rey”.
Si bien, la reina Isabel en sus siete décadas de mandato protegió a su familia ante los embates cambiantes del transcurrir de las épocas. La nueva realidad de la familia dibuja un escenario tortuoso y de poca unidad, con un rey calificado por el diario The Times, como “El Complicado”.
Imagen de archivo: Carlos III.
El escándalo menos pensado en la familia real: traiciones, alianzas y una Lady Di del siglo XXI
Con una Camilla Parker eclipsada, sin querer, por el carisma innato de Kate Middleton, quien junto al príncipe William se convirtieron en el centro del último escándalo que azota a Reino Unido, por su supuesta infidelidad con Rose Hanbury.
Y aunque en el 2019, cuando nacieron los rumores de su supuesto amorío con la modelo británica, el hijo mayor de Diana Spencer negó todo, no obstante, en esta oportunidad el silencio ha sido la estrategia escogida por la pareja, que no ha se ha pronunciado sobre las especulaciones de su vida privada.
Sin embargo, la última aparición de Kate Middleton dejó cientos de titulares que calificaban a la esposa del príncipe William como la “princesa a la fuga”, después de retirarse de la misa de la Commonwealth y no asistir a la recepción en el palacio de Buckingham que el rey daría a los invitados.
Sin dejar rastro alguno, la princesa de Gales desapareció avivando los rumores de que el matrimonio de imagen perfecta y padres de tres hijos, se encuentra frente al fino hilo de la crisis, con especulaciones que hablan de una separación inminente.
Respecto a todo este revuelo, los expertos en realeza señalan que Kate Middleton y el príncipe William “decepcionan” a sus millones de fans que centran sus ojos en los royal más queridos de Reino Unido, por encima de los propios futuros reyes, por lo que, una mala imagen afectaría por inercia al resto de la familia real.
Retomando el último "ataque" de Middleton contra la familia real, su misteriosa desaparición sin más ni más, reflejó la poca unidad familiar que prevalece entre los integrantes como un actor único y cohesionado, y pone de manifiesto que los Windsor se desmoronan ante la ausencia de la fallecida reina Isabel.
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