La inspiradora historia de Belén Casetta: compitió embarazada, entrena con su beba y ahora va por los Juegos Olímpicos de París

Belén posa para Revista GENTE en la pista de Saint John's School, sede Pilar.



–Ehhhhh, bueno, jajaja, ¡la verdad es que sí! -intenta controlar la sorpresa cuando le consultamos puntualmente si “ella” (no revelemos aún a quién o qué nos referimos) es, hoy por hoy, la dueña de su agenda, completándola casi su antojo, sin demasiada posibilidad de cambio.



Entonces, luego de responder, Belén Casetta, la mayor atleta femenina argentina del momento, desde su especialidad en carrera de obstáculos, con dos Juegos Olímpicos en su historial y el deseo indomable de formar parte del próximo (objetivo por el que viene peleando incansablemente) se pone seria y tras tomar dimensión real de su respuesta, reafirma sin dudar: “Sí, hace veinte meses que ella es no sólo la dueña de mi agenda, sino la mayor inspiración que una pueda tener para lograr cada uno de sus objetivos en la vida”, lanza terminante.



Pero, ¿qué imaginan le había preguntado Revista GENTE a la marplatense de 29 años apenas iniciar la entrevista? Arriesguen… ¿Si acceder a "ella", la próxima Olimpiada, era la dueña de su agenda?



Error.



Rebobinemos el grabador, hagamos como que empezamos todo de nuevo, y reiniciemos la nota:

Con Lina antes de uno de sus viajes. "Vamos juntas a todas partes. Siempre", enfatiza la atleta.



–¿Es ella, su hija Lina, la dueña de su agenda hoy en día, Belén?



–Ehhhhh, bueno, jajajá, ¡la verdad es que sí! -reiteramos su espontánea respuesta inicial-… Hace veinte meses que ella es no sólo la dueña de mi agenda, sino la mayor inspiración que uno pueda tener para lograr cada uno de sus objetivos en la vida.









–¿Y cómo combina su condición de madre con la de deportista ávida de acceder a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Francia desde el 26 de julio?



–¿Tenés bastante tiempo (lanza desafiante)?



–Por supuesto.

En la portada semanal de Revista GENTE.








“El deporte de alto rendimiento te lesiona, te genera estrés, no es salud... pero también te llena el alma"



Para la distancia de 3.000 metros hay que consumar 28 saltos de vallas y 7 de fosa (cada una llena de agua hasta el nivel de la pista). Los obstáculos están distribuidos de forma regular. La altura de las vallas para mujeres es de 0,762 metro.



Hija de Silvina Roxana Chirizola (docente, 50) y de Edgardo Daniel Casetta (abogado, fallecido), Belén Adaluz nació el 26 de septiembre de 1994 en Mar del Plata. “Cada uno de mis padres buscaba en un librito los nombres que le gustaban. En base a eso hacían un sorteo. Surgió “Belén”, y me llamé así. “Adaluz” lo vieron en otro libro, les encantó a los dos, no se escuchaba demasiado y bueno, ahí completaron”, memora la hermana mayor de Leandro Martín (26, emprendedor radicado en España), Nacha Nazareth (21, estudiante de Diseño industrial) y Agustín (14, alumno de secundaria).



–¿Cuándo y por qué decidió dedicarse al atletismo?



–A los 12, 13 años. Varios profesores de Educación física le aconsejaban a mis padres que practicara algún tipo de deporte relacionado, porque sacaba mucha diferencia en la escuela. Incluso les ganaba a los varones. Practicaba tenis, hasta que mi papá me llevó a un par de entrenamientos. Recuerdo que un día me propuso correr, me preparó, me entrenó sin contar con ningún conocimiento en el atletismo, fuimos a una competencia de 1.200 metros y gané. Entonces él habló con unos amigos, les comentó que quería que yo empezara a entrenar y terminé integrando un grupo a cargo de dos especialistas, Leonardo Malgor y Daniel Diaz. No sólo comencé con ellos, si no que nunca dejé el atletismo.

Su impronta competitiva... y los anillos olímpicos tatuados en su piel.



–A partir de allí recorrió medio planeta avanzando de categorías, superando marcas, creciendo, perfeccionándose…



–Y me radiqué en Buenos Aires. Ya estaba conviviendo con mi actual esposo. Nos comprometimos, nos casamos en 2022 y bueno, queríamos formar una familia. Aunque nos conocimos en mi ciudad, él era de Buenos Aires. Como a mi deporte yo lo puedo practicar en cualquier parte, mientras que su trabajo lo desarrolla acá, decidimos establecernos en Pilar.



­–Habló de “su deporte”: ¿Qué es el deporte para usted?



–Un estilo de vida que ya tengo incorporado. Una rutina que va de la mano de la actividad física y me permite sentirme saludable. Aunque cuidado, el alto rendimiento es otra cosa, otro tema. El alto rendimiento te lesiona, te genera estrés, te hace llevar el cuerpo al límite, lo rompe, lo destroza a partir del poco descanso y la exigencia; acelera el pulso al máximo. El alto rendimiento no es salud. La actividad física, moverte a diario, sí, pero llevar el cuerpo al máximo, perder peso pensando gramo a gramo, para llegar a un tiempo, es otra cosa. Aunque, claro, competir te llena el alma.



“¿Querés que te cuente el día anterior al nacimiento de Lina...?”



A puro trote, antes de ser madre por primera vez.



“… El día anterior al nacimiento de Lina, entrené!”, admite Belén sobre las horas previas al arribo de su hija con el empresario Flavio Del Zotto (34). Y detalla: “Ella vio la luz un lunes, como yo, aunque por la tarde. Era 15 de mayo de 2023 y sí, el día anterior yo había entrenado. No me sorprendió, porque venía de un embarazo ideal. Sin náuseas ni ningún tipo de dolor. Me sentía enérgica, cero bajoneada. Como siempre me subía a la bicicleta fija, hacía movimientos articulares, levantaba algo de pesas, pero más que nada por rutina. No estaba planificando llegar a los Panamericanos 2023 (Santiago de Chile, del 22 de octubre al 4 de noviembre). Si llegaba, bien, pero si no, no pasaba nada”, apunta. Claro, porque no sabía con qué iba a encontrarse cuando su niña viera la luz. No obstante, su recuperación resultó “increíble, no me lo esperaba. A las dos semanas ya estaba corriendo y me sentía espléndida”, comparte.

El nacimiento de Lina, el 15/5/2024, "un lunes, como yo".



–¿Y ahí sí pensó en los Panamericanos?



–Tal cual. Además, por el entrenamiento que venía realizando, mi cuerpo había permanecido fortalecido. Entonces mi recuperación fue más rápida. También se debió a que soy chica de contextura física (mide 1,63 metros) y cuento con una musculatura acorde a quien practica mucha actividad física (a la fecha pesa 53/4 kilogramos). Y como entreno doble turno desde los 12 años, pasar a hacerlo un solo turno durante el embarazo sólo significó bajar un poco la intensidad… Bueno, a partir de ahí gané embarazada la medalla dorada en los Juegos Odesur (Paraguay), y más tarde los Panamericanos, con Lina de cinco meses de edad. Obtuve los 3.000 metros en 9:39.47 minutos.



–Retornamos a la pregunta del inicio: ¿Entonces es ella nomás, su hija, la dueña de su agenda hoy en día?



-Ni lo dudes. Acorde a cómo me sienta o cómo fue mi noche anterior, decido si arranco con un entrenamiento fuerte o uno tranquilo, o los invierto o cambio para el otro día. Voy variando acorde a Lina. Primero ella. Mi energía es para ella y luego para el entrenamiento. No al revés.

Su victoria en el Continental Tour Mar del Plata el último 13 de abril. Le permitió sumar nuevos puntos para ingresar al cuadro de París. La acompañan su marido, Flavio Del Zotto, la pequeña Lina.



–Vimos que dicho entrenamiento incluyó poco tiempo atrás una aventura de veintiún días de hija y madre/madre e hija a Cachi, Salta, para aceitar la cuenta regresiva destinada a clasificar para los Juegos Olímpicos. ¿Cómo fue esa inusual experiencia?



-Decidí viajar allá por lo que produce la altura en el organismo. Durmiendo a 2.300 se genera un aumento de glóbulos rojos, que fisiológicamente representa a la vez un aumento de oxigenación. Así, cuando competís al nivel del mar ganás otro tipo de sensación que te suma un montón. Por suerte recibí la incondicional colaboración de mi abuela (María del Carmen Cuevas, 79), y a la vez bisabuela de Lina. Una genia, lo que me ayudó. Siempre al pie del cañón, como el resto de mi familia y esposo.

Durante el verano, a pura preparación en Chachi, Salta, 2.300 metros sobre el nivel del nivel del mar y a 1.441 de Capital Federal. "Lina y yo fuimos solas en la camioneta".



–¿Cuán exigentes resultaron aquellos días en el norte?



–Súper exigentes. Separé a Lina del padre tres semanas, estaba en otra casa, en otro lugar, con mayor altura, con un tipo de descanso distinto, y yo con la necesidad de entrenar. Por eso me amoldaba a cómo ella amanecía. No tomaba siestas, y si me las tomaba era para recuperarme y arrancar un segundo turno. En Cachi a veces completaba uno solo y me guardaba, porque se me acababa la energía y prefería quedarme jugando con Lina. Fue una tremenda experiencia. Recorrimos juntas en nuestra camioneta los 1.441 kilómetros de ida y vuelta. Si llegaba a haber alguna emergencia impensada, habíamos planeado irnos a Salta Capital, distante dos horas, y nos tomábamos el avión.





–Además, ¿le seguía dando pecho?



–Seguía y sigo. Ya cumplió un año y semanas y transitamos un proceso para dejarlo. Aunque sigue prefiriendo la teta, hay que ir sacándola y darle más comida. Andamos con una cuestión en el tema aumento de peso, avanzando con una nutricionista y el pediatra para que destete.



“Quiero experimentar por tercera vez el espíritu olímpico”



“Vivo en Pilar y me ha pasado de ir a entrenar al CENARD, tardar dos horas y llegar estresada del tránsito y cansada al entrenamiento. Así que agradezco mucho a las autoridades de Saint John's School (aquí se consumó la producción de GENTE) y su gente, que me abrieron las puertas de estas increíbles instalaciones y me ayudaron a que pudiera entrenar a diez minutos de casa… Es muy loco cómo a cada paso vas recibiendo ayuda de uno y otro lado para intentar cumplir sus anhelos. La posibilidad de participar en mis terceros Juegos Olímpicos también es mérito de muchas personas que me vienen dando una mano en el camino.”







Participó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y Tokio 2021. “Recuerdo el de Brasil como una tremenda experiencia… Era muy joven, con 20 años, y a la vez se me presentaba la primera oportunidad en que corría con tantas chicas”, ilustra. Lo mismo se repetiría -pandemia mediante- un lustro después. Es que, acostumbrada al nivel nacional y sudamericano, debido a su nivel y sus tiempos, por lo general Casetta competía sola o con una colega. “No contaba con el roce que te brindan las Olimpiadas: ser una de las dieciséis atletas que saltan obstáculos a tu lado”, explica al tiempo que no olvida (como recorriendo flashbacks de su memoria), “cuando me crucé con deportistas de la talla de Usain Bolt, Manu Ginóbili, (Juan Martín) Del Potro, ¡y un montón más! En la villa te los encontrás a todos, es impresionante”, suspira.

Su debut en los Juegos Olímpicos: Rio 2016. "Sin dudas el encuentro deportivo más prestigioso, impactante y grande del planeta", sostiene.


“En las Olimpiadas me crucé con deportistas de la talla de Usain Bolt, Manu Ginóbili, Del Potro, ¡y un montón más! Es impresionante. Quiero repetir esa sensación”, anhela Belén, en la foto durante segunda participación: Tokio 2021.



–Usted era propietaria del récord nacional y sudamericano de los 3.000 metros con obstáculos con 9:25.99 minutos. ¿Cuál es su situación actual de cara a París?



–Como el segundo me lo superó la brasileña Tatiane Raquel da Silva, con 9:24:38, yo debía lograr correrlos en menos, para quedarme con ese récord. Ahí clasificaba. Se trata de una marca muy exigente. Hasta la fecha en el mundo sólo 26 chicas se clasificaron con la mínima, 9:23. Para llegar a los Juegos Olímpicos hay que llegar a esa mínima  o sumar puntos. En el ranking de puntos entran 36 atletas y hoy yo estoy adentro. Ya cerré mi etapa de competencias. Ahora debo esperar a ver si todo termino viajando y participación en París 2024. Te aseguro que quiero experimentar de nuevo el espíritu olímpico.

“Mi mamá y mi abuela van a andar por España para la época de las Olimpiadas. Y ¡justo! irá de visita mi hermano… Si consideramos la cercanía con París, ¿no es una locura pensar que allí, en el estadio podrían estar viéndome todos ellos, mi hija y mi marido? La verdad es una hermosa locura”, señala quien en la imagen superior celebra su medalla áurea en los Panamericanos 2023.



–¿Qué es el “espíritu olímpico”?



–Asistir a un encuentro internacional que te quedará grabado para siempre. Cada cuatro años yo renuevo esa necesidad, esa ambición. Es la mayor cita que puede alcanzar un atleta de élite, y el objetivo al que yo continuamente aspiro como deportista, al siempre apunto, consciente de que no sé si lograré participar en otro. ¿Mirá si son mis últimas Olimpiadas? Uno nunca sabe si volverá a vivir semejante sensación.



“Soy una madre que quiere seguir alcanzando metas como deportista y como mujer”



Belén Casetta: marplatense, 29 años, 53/4 kilos, 1,63 metros.



“Conseguir el último Olimpia de Oro y que se mencione mi apellido junto al de Messi es algo realmente inolvidable –celebra-. Por el premio y por con quién lo compartí. Un orgullo. Si alguna vez veo a Lionel correré a abrazarlo y a contarle que yo fui la atleta que ganó con el Olimpia en diciembre de 2023. Todavía no cruzamos naaaaaaada, ni un mensaje, ni un like, ni un video, ni una charla. Ya se va a dar. Seguro”, acelera su relato Belén desandando sensaciones sobre el premio que obtuviera en diciembre, como Deportista del Año y de parte del Círculo de Periodistas de Buenos Aires, precisamente a la par del 10 del Seleccionado argentino de fútbol. “Para mí ya está, es como decir: ‘Si el tope de mi carrera era terminar obteniendo el mismo premio con Lionel, listo, logré lo máximo, ya me puedo retirar’. Se trata de un recuerdo que va a quedar súper guardadito en mi corazón.

Con su hija Lina y Gringo (su border collie Blue Merlé), tras recibir los dos Olimpia (de plata, como Atleta del año, y de oro, como Deportista 2023, premio que compartió con Leo Messi). "¿Premio Olimpia y Olimpiadas, ¡qué parecidos y lindos suenan, no?", ríe.



–¿Dónde atesora los trofeos y premios?



–Mi mamá tiene un montón anteriores. Los de 2023 a la fecha, yo los guardo en un mueble a la entrada de mi casa.



–¿Se siente un espejo, un ejemplo para los atletas que arrancan?



–En el ambiente deportivo admito que ya me han hecho sentir un referente. Creo que en cierta manera me lo gané. Me he lesionado varias veces -incluso soy propensa a que me suceda- y a los tres, cuatro meses siempre regresaba para volver a darlo todo. Yo intento mostrarles que las lesiones forman parte del deporte de alto rendimiento y que esos meses que uno permanece parado los tiene que transformar en algo potenciador, que hay que regresar mejor y con todo.

De cara al sol, en la cuenta regresiva a su viaje hacia Francia, para disputar, del 26 de julio al 11 de agosto próximos, los XXXIII Juegos Olímpicos de la era moderna.



–¿Qué clase de mujer se considera?



–Una luchadora, perseverante, a pesar de situaciones que le pudieran haber sucedido en la vida. No soy una chica de bajar los brazos, jajaja. Sí, alguien que se anima. Muchas mujeres desean ser madres y lo evitan porque no quieren dejar de lado el deporte. Yo ahora, con una hija, modestamente siento y demuestro que la maternidad y el deporte pueden caminar de la mano. Hay que seguir persiguiendo objetivos mientras se crían hijos. Y no hablo sólo del deporte. Aunque tenga hijos, la mujer siempre debe intentar continuar desarrollando lo que le gusta. Se puede ser madre y seguir desafiándose como mujer.

Tiempo de reposo y reflexión: "Muchas mujeres desean ser madres y lo evitan porque no quieren dejar de lado el deporte. Yo ahora, con una hija, modestamente siento y demuestro que la maternidad y el deporte pueden caminar de la mano. Hay que seguir persiguiendo objetivos mientras se crían hijos".



–¿Y si Lina en unos años pretende seguirle los pasos o, como tanto entrenó a su lado montada a su cochecito, decide ser piloto de autos u otra cosa?



–(Carcajada) En Buenos Aires, en Chachi, en Mar del Plata, en Alemania, donde sea, ella siempre sale a entrenar conmigo en su cochecito... Pero yo la voy a apoyar si decide practicar atletismo, y lo mismo si le gusta otra actividad deportiva, una carrera universitaria, tocar el piano o la guitarra. Siempre voy a acompañarla y “entrenarla” en lo que sea y desee, para que vaya detrás de sus sueños.



–Respecto de ellos, cuando duerme, ¿usted sueña con París?



–No sé si cuando duermo, pero despierta también que cantaré de nuevo en las Olimpiadas el Himno Nacional Argentino. Es algo que te queda para toda la vida. Las Juegos Olímpicos no pueden compararse con nada parecido. ¿Por qué creés que el título de campeón mundial dura dos o cuatro años y el de campeón olímpico para toda la eternidad?



Fotos: Chris Beliera
Producción y estilismo: Sofía Perez y Santía
Coordinación de arte + video: Elisabet Correa
Retoque: Julieta Scavino y Gustavo Ramírez
Postproducción de videos: Mailén Ascui
Coordinación de diseño digital: Darío Alvarellos
Videos personales de B.C.: @belencasetta
Fotos biográficas: IG de B.C. y Archivo Grupo Atlántida
Maquillaje y peinado: Natalí Pomasoncco (@natalipomasonccomkp), para Sebastián Correa Estudio (@sebastiancorreaestudio)
Agradecemos a Las Pepas y Melocotón, y muy especialmente a Nike, familia Del Zotto y St. John's School, sede Pilar

Postal en acción de una de las grandes atletas de Argentina.


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